lunes, 30 de noviembre de 2009

Tú puedes ser parte de la solución...

Una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.


Podría pensarse que sucede más en Ciudad Juárez, Chihuahua, o por allá en el Estado de México y el Distrito Federal, porque son las entidades que más o menos presentan datos pero la realidad supera lo que podemos leer o escuchar en nuestros noticieros pues más del 75 porciento de las agresiones y los crímenes no se denuncian.

Tabasco, Oaxaca, Tamaulipas y otros 10 Estados de la República Mexicana concentran casi el 50 porciento de las denuncias de violencia física de todo el país. Sin embargo, la violencia no es un problema relativo a México; éste es un problema mundial: España, Estados Unidos, Reino Unido, Guatemala, El Salvador, Cuba, Argentina, Francia, Italia, Uganda, Malasia, China al igual que prácticamente la mayoría de los países en este planeta, generan diariamente números que cuantifican los diferentes tipos de violencia contra sus mujeres: física, psicológica, explotación sexual y mutilación, entre otras. Y, es también un problema global: ideas, cultura y educación basadas en la desigualdad, la ignorancia, el control, el miedo y el poder.

Las mujeres agredidas, violentadas y asesinadas se convierten en cifras, números que delatan carencias que como sociedad estamos consintiendo y a las que contribuimos cada uno de nosotros cuando la permitimos, cuando no la denunciamos, cuando cerramos los ojos para no verla y tapamos nuestros oídos para no escucharla.

Quienes desde el hogar fomentan la desigualdad o permiten la explotación, quienes no se involucran en la problemática porque piensan que no es de su incumbencia, quienes desvían la atención para convertir esta enfermedad en una oportunidad política, quienes no alzan su voz para ponerle fin son al final, tan culpables como aquél que la ejerce directa o indirectamente.

La violencia contra las mujeres no es un problema solamente de mujeres. Involucra a todas las instituciones, a todos los gobiernos y los hombres que las representan. A quienes educan y preparan a las futuras generaciones, a quienes representan la ley y vigilan su cumplimiento, a quienes viven en sociedad. Pero sobre todo, nos involucra a ti y a mí que creemos que sí es posible vivir en un mundo sin violencia y nos responsabilizamos de nuestras acciones diarias viviendo con respeto por nosotros y por quienes nos rodean.

Si conoces a alguna mujer que vive en una situación de violencia tu apoyo puede salvarle la vida. Denuncia todo aquel maltrato del que seas víctima o testigo, no fomentes la desigualdad ni la discriminación contra de las mujeres.

25 de Noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la violencia contra la Mujer.

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