Seguramente has escuchado lo felices y afortunadas que se sienten algunas mujeres porque el hombre a su lado las apoya en las labores del hogar: …”me ayuda a barrer para que no se me haga tan pesado…”, o porque les permiten superarse: “el chiste es que no descuide la casa pero yo puedo estudiar o trabajar o cuidar a los niños…”. Estas parejas, si bien parece que empezaran a cambiar algunos patrones, se encuentran todavía muy lejos de una relación en igualdad.
Una relación en equidad no da lugar al control ni a la manipulación, “permitir” o “apoyar” son posiciones donde quien ostenta el poder hace gala de su benevolencia para “ayudar”.
Construir en pareja es recorrer el mismo camino hacia una meta en común: crecer, desarrollarse y fincar distribuyendo las tareas y convencidos de que ambos son solidarios en la relación y las responsabilidades así como también participantes de los mismos derechos.
Sabemos que cambiar una ideología, una costumbre o una forma de vivir, no es únicamente cuestión de levantarse un día y decir “hoy voy a ser diferente”. Para cambiar es necesario estar convencidos de lo que deseamos realmente con ese cambio y tener muy claro lo que se desea alcanzar. Dejar la comodidad del rol establecido da miedo por la mirada de la familia o de los amigos que aún no se plantean “la otra forma de vivir”, pero a través de experimentar la satisfacción por los cambios logrados y de la fortaleza que se adquiere con la alianza, este cambio se convertirá en una constante gratificación por vivir en congruencia con la vida en pareja.
La estima de una persona radica en los logros que tiene frente a sí mism@ y el reconocimiento de sus debilidades para enfrentarlas y modificarlas. Lograr un hogar es tarea de todos los que en él se desarrollan y no puede depender de las tareas de una o de las responsabilidades de otro, sino del amor que se le dedica a las faenas en beneficio de todos. Apoyar en el hogar es mucho más que permitir o ayudar, es vivir en pareja y compartir parejo.
Desafortunadamente aun existen casos en los que no se indaga toda la información "brindada" por las mujeres ya que en algunos casos (no digo que muchos)dicha información no es del todo cierta y se les da el apoyo sin importar si le afecta ó no a la parte masculina como es el caso del R1 de "En familia rompamos el silencio A.C." en Pachuca,Hidalgo donde de manera prepotente y déspota se les trata a todos los hombres "violentos" en familia solo tiene el nombre por que en ese lugar solo les interesa acabar con la convivencia familiar en lugar de tratar de resolver los conflictos con lo indica su nombre, es una lastima que solo actúen por actuar, sin importar la vida de quienes destruyen ya que desafortunadamente también afectan el sano crecimiento de nuestros hijos por sus intereses mezquinos y egoístas
ResponderEliminarEverardo Pérez:
ResponderEliminarSi efectivamente, la autoestima es básica para el liderazgo, para la dignidad humana, el valorarse a per sé, es un elemtno primordial de la esencia humana y sobre todo ,para interlocutar con los seres del mismo género, es decir, una persona con una autoestima alta, es capaz de internarse hacia los demás , sin el temor de sentirse menospreciada por los demás.
¡Saludos!